Ahora está de moda, por buena parte de la clase política, lo de imponer en las ciudades y villas, el límite máximo de velocidad en 30 kms/ho...
Ahora está de moda, por buena parte de la clase política, lo de imponer en las ciudades y villas, el límite máximo de velocidad en 30 kms/hora... ¡hasta en Rusia, en las imágenes del otro día de Rostov de Don se veían la señal dichosa!, lo que mecánicamente, desde el punto de vista de un coche, es aberrante... La moda se ha ido extendiendo en España y en Portugal. No en todos los sitios, pero sí en no pocos. Lo políticamente correcto, le llaman a eso.
Primero la emprendieron con esas chepas que colocan por todas partes, para que los amortiguadores de los coches se caigan a pedazos antes de llegar a la mitad de su vida útil... En algunas ciudades, como Pontevedra, es tal y tan ridícula la proliferación de estas chepas -allí llamadas "lombos"- que cualquiera que llega de fuera se escandaliza al instante.
Aún no hace un año, el sabio director general de Tráfico que España tiene, anunciaba que dará el carnet a los jóvenes de 16 años, para que puedan conducir por donde les de la gana, coches de esos de plástico, llamados cuadriciclos, que pueden alcanzar hasta 90 kms/hora. Jóvenes, niños casi, de 16 años... Por contra, este personaje anunciaba que tienen la intención de poner cada vez más difícil la renovación del carnet de conducir a los mayores de 65 años...
Y así vamos. La ciudadanía traga, como tragó con lo de los adelantamientos sin poder sobrepasar (antes se permitía un exceso estrictamente para el adelantamiento en sí) la velocidad máxima permitida en ese tramo de carretera, lo que podrá originar en algunos casos riesgos muy notables por no decir accidentes...
Habrá que recurrir a leer páginas portuguesas, para ver que allí, no toda la ciudadanía traga...
