Xerardo RODRÍGUEZ --- ¡AY PORTUGAL! No sabes aún, mi Portugal vecino, lo que yo te admiro. Eres mi hermano mayor a pesar de ese Cristiano t...
¡AY PORTUGAL!
No sabes aún, mi Portugal vecino, lo que yo te admiro. Eres mi hermano mayor a pesar de ese Cristiano tuyo, vanidad de vanidades y solo vanidad. Nuestra hermandad no es futbolera. Es la estética del paisaje que prolonga la atmósfera húmeda, la granítica piedra de los megalitos del Xurés, la verde perspectiva del río de la fraternidad y el arco iris que se posa en la costa bañada por el mismo mar.
El bacallau y la lamprea. La fé y los santos. El románico y los cruceiros. Las tradiciones. O galo de Barcelos y los ceramistas de Meder. Los fados de Dulce Pontes y las canciones de Uxía.
Las villas medievales. Las aldeas y las parroquias. Los campos cultivados. La feria de Vilanova y los invernaderos de O Rosal.
Valença y Tui: fortaleza, catedral y el puente de la unión, hecho de hierro fuerte por aquel alumno de Eiffel.
Oporto y Vigo. La huella de la historia y el estilo urbano de lo globlal. Los planes estratégicos. Miño bravo o Miño manso. La vida en calma para contemplar el vuelo raso de la garza. El viejo ferri amarrado en combate y la playa fluvial. Los altos miradores.
Portugal y Galicia. Los dos somos uno porque crecemos juntos y hemos roto hace mucho tiempo ya la frontera emocionante, la de los espaldas mojadas, la del contrabando.
Por todo esto, coincido con mi gran amigo Eugenio Eiroa y grito contigo…
—– ¡Viva Portugal!