¡QUÉ BELLA REVOLUCIÓN! Aquel 25 de abril de 1974 atravesaba yo el puente internacional de Tui para llegar hasta dónde pudiese en aquel sei...
¡QUÉ BELLA REVOLUCIÓN!
Aquel 25 de abril de 1974 atravesaba yo el puente internacional de Tui para llegar hasta dónde pudiese en aquel seiscientos y vivir en vivo y en directo la Revolución de los Claveles, que, Portugal, nuestro vecino, había acabado con la dictadura de forma incruenta, dando todo un ejemplo al mundo. Pasaron desde entonces 50 años y me siento aún orgulloso de aquella flor fresca que me pusieron en la solapa, al tiempo que repetía la canción de Zeca Afonso…
“En cada esquina un amigo… Grándola, vila morena… o povo é quén mas ordena”.
La cantábamos todos a coro en la Praça Grande da Batalla do Porto, incluso los periodistas extranjeros y también los llegados de América.
Hoy, 25 de abril de 2024, pasadas varias crisis y una pandemia, me pregunto si aquello sirvió para mucho, porque en Portugal, que diría Fausto…
“Uns van bem e outros mal”.
Y en España y en Galicia. Aunque podría ir peor si fuéramos palestinos… ¿Verdad?
Yo ya he llegado a ese punto en que odio a los judíos de Netanyahu, autores del genocidio de Gaza; y me pregunto hasta que punto son los herederos de aquella energía que utilizó Hitler, hasta ahora ejemplo de la peor maldad conocida en el mundo.
Pidamos a los líderes mundiales que se pongan todos el clavel en la solapa para que estos bárbaros no sigan asesinando niños en nombre de Yahvé, que en Portugal se pudo y no murió nadie. ¡Viva Palestina Libre!.