LO MULTAN POR COMERSE LAS UÑAS Me cuenta un amigo virtual algo insólito: en el área metropolitana de Salamanca multaron a un conductor por...
LO MULTAN POR COMERSE LAS UÑAS
Me cuenta un amigo virtual algo insólito: en el área metropolitana de Salamanca multaron a un conductor por morderse las uñas mientras conducía. Como lo lees; ocurrió en el municipio de Carbajosa y el implicado se quedó de piedra cuando el agente le dijo que le multaba por ese hecho…
—- ¿Cómo? ¿Por morderme las uñas?
—- Sí, porque conducía el vehículo sin libertad de movimientos.
Cuando al buen hombre le dieron esa respuesta comenzó a comerse los dedos. Es que, además, el agente añadió:
—- Tranquilo, no implica retirada de puntos. Son solo 80 euros y si paga usted antes de veinte días se quedarán en 40.
Añadirán desde la DGT que es por nuestra seguridad; pero nadie nos convencerá de que detrás de estas multas no hay una ministra ejerciendo de recaudadora.
LA HIENA MANCHADA DEL DESIERTO
Esta madrugaba, mis sueños reprodujeron mi primera noche en medio de esa nada que es el Sáhara, entre Bir Nazarán y Ausert. Fue terrorífica. Mis amigos legionarios habían montado un campamento tremendamente seguro, pero yo preferí dormir solo en el camión. A nadie le dije el porqué; tenía miedo a las “lefas”, típicas serpientes del desierto muy venenosas, que abundan en la zona de Dajla, la antigua Villa Cisneros.
Esa noche conocí a un animal mucho peor que la víbora cornuda, científicamente conocida como celastes celastes. Me refiero a la hiena manchada, traidora, nocturna y temible porque te huele a kilómetros y sus dientes son capaces de triturarte los huesos.
La hiena del Sáhara se ríe de ti, te asusta con unos aullidos no identificables, da vueltas a tu alrededor y cuando te mueres infartado o asesinado por ella, decide comerte y no deja nada de ti porque, cuando se harta, esconde lo que le sobra y lo deja para el día siguiente. Además, esta cabrona es la más inteligente de la comunidad animal sahariana y forma clanes de cinco o más ejemplares.
En el tiempo y en la distancia se me parece mucho a esos depredadores de Oriente Medio que conocemos en el mundo como los yihadistas, no confundir con los palestinos.
XERARDO RODRÍGUEZ