LA ESPERANZA, LO ÚLTIMO QUE NOS QUEDA. De repente se me ha metido el frío mas frío en el cuerpo… — ¡La DANA, que anticipa el invierno! La ...
LA ESPERANZA, LO ÚLTIMO QUE NOS QUEDA.
De repente se me ha metido el frío mas frío en el cuerpo…
— ¡La DANA, que anticipa el invierno!
La respuesta del colega jubilado, con el cafelito de la mañana en la mano, me hizo pensar en aquellos días de aquel otoño en los que se contaba por aquí el futuro climático. Este país pasaría a llamarse Galifornia…
— Eso no, por favor… ¡Que nosotros no votamos al tal Trump!
Bueno, lo llamaríamos Galicia igual, pero había sido señalado como “zona de alto peligro de desertización” por los científicos.
— Iríamos a la playa todo el año.
Pero eso significaría que no se darían bien los grelos, ni las vacas comerían hierba de prado, ni tendríamos patatas, ni el marisco ni el peixe serían tan sabrosos, casi te diría que pasaríamos hambre.
— Pero los GADIS seguirán donde están y ahí tienes de todo.
Es que dicen que ahora no llueve como antes y los temporales que deshacían las olas en la Alameda de Marín nunca mas volverán. Le echan la culpa al calentamiento global que provocan las chimeneas de las grandes industrias y tanto avión peyéndose gases en la atmósfera y tantos coches haciendo lo propio a ras de suelo, gracias a los combustibles fósiles… Y más que te cuentan los que saben.
— Pues en Bakú, en Azerbaiyán, se reunieron los mandamases mundiales para hablar de eso…
Que pena, tampoco hubo acuerdo en la 29ª Cumbre Sobre el Cambio Climático, es verdad.
— ¡Uy! Habrá acuerdo cuando no asistan los dirigentes de los países ricos.
Ni los genocidas que siguen bombardeando a los países pobres para robarles sus territorios. Es decir, cuando ya no queden armas que vender por culpa de las explosiones nucleares, pero entonces tampoco nos quedará nada.
— Sí, ¡Nos daremos un beso en el culo y nos diremos adiós!
Y en esto llegó otra DANA para que lloviera sobre mojado en Málaga, Valencia, Tarragona… Esta vez que se sepa no hubo muertos, porque el mapa de la AEMET fue aclarándole a los alcaldes de que iba aquello y los mandatarios municipales tomaron cada uno sus medidas, sin que intervinieran ni Mazón ni Sánchez, el primero sí estuvo en su despacho y el segundo donde debía, peleando con los reticentes de la cumbre del cambio climático.
Pero ¿sabes? en Galicia no llovió y parece que lo que va a llover la semana que viene no será ni mucho menos lo que llovía en los meses de noviembre.
— ¡A ver si va a ser verdad lo de la desertización, que ya estoy viendo la Terra Chá con dunas en vez de humedales…
Lo peor es el sufrimiento de la gente, que es nuestra gente; y lo mejor la solidaridad de media España, la que hace suyo el dolor de quienes lo perdieron todo, incluso la vida de sus seres mas queridos. Lo asqueroso, mas incluso que el barrizal, son los políticos utilizando la catástrofe para desgastar al contrario y sentarse en su sillón. Menos mal que dos senadores valencianos, uno del PP y otro del PSOE, nos dijeron, fundiéndose en un abrazo, que aún es posible la esperanza, lo último que nos queda.
XERARDO RODRÍGUEZ